El aumento de accidentes fatales por exceso de velocidad en Estados Unidos ha impulsado leyes que obligan a instalar dispositivos de limitación de velocidad en vehículos de conductores sancionados por conducción temeraria.
Se les conoce como Intelligent Speed Assistance (ISA) y hasta ahora, Virginia y Washington han dado luz verde a su utilización con el objetivo de frenar la reincidencia, mientras que Washington D.C. ya había aprobado un proyecto de ley similar en 2024.
Estas legislaciones marcan un cambio en la penalización de la conducción temeraria, ofreciendo una alternativa a la suspensión de licencias o penas de cárcel.
Otros estados están considerando medidas similares, en un contexto donde el 28% de los accidentes mortales a nivel nacional están relacionados con el exceso de velocidad, según los últimos datos disponibles de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA).

