Vetados en algunos vuelos a EE UU los dispositivos electrónicos sin batería

El refuerzo de las medidas de seguridad en algunos aeropuertos de África, Europa y Oriente Próximo con vuelos directos a ciudades estadounidenses puede poner en aprietos a muchos pasajeros hasta el punto de quedarse sin su teléfono móvil, tableta o ordenador. Ante el temor de que Al Qaeda haya desarrollado un nuevo tipo de bombas muy sofisticadas y difíciles de detectar, las autoridades de transporte pueden pedir desde el domingo a algunos pasajeros, en la inspección de seguridad en determinados aeropuertos, que enciendan sus aparatos electrónicos y, en caso de que no tengan suficiente batería para hacerlo, se los confiscarán.

Cuatro días después de que el Departamento de Seguridad Nacional del Gobierno de Barack Obama anunciara un incremento de la vigilancia, una de sus divisiones, la Administración de Seguridad de Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), concretó el mayor escrutinio a los aparatos electrónicos en determinados aeropuertos en el extranjero, los cuales no especificó. “Durante el examen de seguridad, los agentes podrían pedir a sus propietarios que enciendan algunos aparatos, incluidos teléfonos móviles. Los aparatos sin batería no serán permitidos a bordo de la aeronave”, señaló el domingo la TSA en un comunicado.

La nota no revela qué harán las autoridades con esos aparatos -por ejemplo, si los almacenarán en el aeropuerto- ni la duración de esta medida adicional de seguridad. Un portavoz de la TSA consultado por este periódico informó que las medidas adicionales entraron en vigor el domingo al difundirse el mencionado comunicado, pero declinó especificar en qué aeropuertos concretos ni su duración.

En paralelo, la TSA ha pedido a las aerolíneas y a las autoridades de determinados aeropuertos que también examinen más los zapatos de los pasajeros, según informa la cadena ABC. Washington dispone de la autorización legal de instar a Gobiernos extranjeros a aumentar los controles en sus aeropuertos si cuentan con rutas aéreas directas a ciudades estadounidenses.

El Gobierno de EE UU no explica qué harán los aeropuertos extranjeros con los aparatos confiscados ni la duración de la medida

El refuerzo de los controles se decidió después de que los servicios de inteligencia estadounidenses alertaran de que las células terroristas de Al Qaeda en Siria y Yemen han desarrollado nuevas formas de camuflar artefactos explosivos e introducirlos en aviones comerciales.El temor de Estados Unidos es que puedan ser introducidos en los aviones por terroristas con pasaportes europeos que han luchado en Siria. Al disponer de pasaportes europeos, no requieren de visados para viajar a EEUU y, por tanto, levantan menos sospechas y son más difíciles de detectar por las fuerzas de seguridad.

“Continuaremos evaluando la situación”, dijo el domingo, en una entrevista a la cadena NBC, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson. “Sabemos que permanece una amenaza terrorista a Estados Unidos. Y la seguridad en la aviación es gran parte de ello”.

Es habitual que en los edificios gubernamentales de EEUU los agentes de seguridad pidan a los visitantes que enciendan sus ordenadores, pero hasta ahora esta medida raramente había sido adoptada en los aeropuertos y no existía la amenaza de confiscar los aparatos si carecen de batería.

El mayor escrutinio a los teléfonos llega, además, después de que en octubre la Agencia de Aviación estadounidense flexibilizara su uso a bordo de los aviones al permitir a los pasajeros utilizar dispositivos portátiles electrónicos durante el despegue y el aterrizaje, hasta entonces prohibido. El requisito para que los viajeros puedan utilizar tabletas, móviles y libros electrónicos es que estos permanezcan en modo avión, que impide hacer llamadas o conectarse a Internet. En noviembre la Unión Europea adoptó la misma decisión.

Desde 2009 la red de Al Qaeda en la Península Arábiga ha tratado sin éxito en tres ocasiones de hacer estallar explosivos a bordo de aviones comerciales o de carga con destino a EE UU. El responsable de diseñar los artefactos, Ibrahim Hassan al-Asiri, nunca ha sido capturado y, según los servicios de inteligencia estadounidenses, ha enseñado a otros terroristas a preparar sofisticados artefactos para que puedan reemplazarle en caso de que sea asesinado. La red de la organización terrorista en Yemen mantiene, además, lazos con los yihadistas de Jabhat al Nusra, que luchan en Siria contra el régimen de Bachar El Asad.

Fuente: elpais.com

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